jueves, 28 de noviembre de 2013

El valor del tiempo

Un día alguien le preguntó a la persona más rica del mundo ¿Qué es lo que más ansias en la vida? Y sin tomarse un segundo para pensar, respondió con seriedad, tiempo. Ese tiempo que no podemos comprar.
Hoy  la población del mundo se acerca a los siete mil millones de personas. Todos y cada uno disponemos de la misma cantidad de tiempo al día, 24 horas para vivir. Cada uno las reparte como mejor quiere y puede. Pero lo que ninguno de los casi siete mil millones puede hacer es tener un día que dure 40 horas, más o menos.
El tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos... así canta el gran Silvio y con ese pasaje cambia nuestra percepción del mismo.
Es frecuente percibir o conocer gente que siente que su día no alcanza. Queremos trabajar en lo que nos gusta, hacer deporte, cuidar nuestra casa, nuestra familia, reunirnos con amigos, y disfrutar como nos gusta. Sobran los intereses, falta el tiempo.
O tener cerca a alguien para el que el tiempo no pasa. Los que se encierran o son encerrados, los que no pueden disfrutar de su vida  y de sus actividades.
A mí me gusta leer, jugar al voley, ver películas, escuchar discos, mirar televisión, cocinar, ir al cine, juntarme con amigos sin motivos, ir a cumpleaños, viajar y muchas cosas más. Y muchas veces siento que el día no me alcanza. Los más grandes aconsejan bajar las revoluciones, pero es difícil saber cómo hacerlo.
Y empiezo este blog así, pensando en el tiempo. Ojalá alguno me cuente cómo lo usa, cómo lo aprovecha y podamos disparar lindas reflexiones.